Historia de dos almas

-Si me quisieras para siempre,
 me prometerías la luna, la bajarías con sumo cuidado sin despertarla y la mecerías en mil dedicatorias de amor…- rugió un alma enamoradiza. -Es verdad, si yo te quisiera para siempre cuando soñaras te arroparía con una manta acolchada en estrellas y descansarías mullida en azul celestial. Sera que no te quiero lo suficiente.
El alma enamoradiza se revolvió caprichosa entre sus anhelos, y mortalmente desconsolada abandono el habitáculo.
Cuando ningun alma en el mundo deambulaba, aquel alma pura aún permanecía vigia de que su amor no se escapara en suspiros de imposibilidad y cavó profundo, tan profundo que dolía. Cuando su pasión se palio extenuada, la esparcío por toda la habitación. Y escribió:

“Solo soy un alma, nunca podre cultivar la luna para que nazca el sol en tu colchón. Aún con todo lo que te quiero, solo te hago inmortal en esta tinta que esgrime mi imaginación. Pero, yo, realmente… te quise de verdad”

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De aquel alma pura nunca se supo más. El alma volátil y escurridiza conmovida atesoro el regalo mas efímero e inalcanzable que nadie le pudo dar: un amor tan real como la propia huella dactilar. Ahora los mundanales susurros cuentan que ambos son humo y mistica esencia del mar.

Después de contarme aquella historia, Bixitoluminoso derramo en mi almohadón miles de lagrimas incandescentes. Atando con fino hilo mis entrañas a la garganta, no abotone las palabras para preguntar si aquel alma fustigada de amor podía ser mi bichito protector.