8 abr 2014
El Capitán Tormenta ya no quiere ser capitán
Y el Capitán Tormenta apareció en una sillita de ruedas cerca del arenero donde solían quedar.
Marionna se acerco pero al niño se le había comido la lengua el gato.
— Pero, ¿Qué te ha pasado? ¿Dónde has estado? ¡Te he esperado muchos días en el parque!
— Estuve en el hospital, niña pintora.— explico el Capitán Tormenta ocultando la mirada.— Mis papás y yo, tuvimos un accidente.
— ¿Y por que "andas" sentando?
— Ya no puedo andar ni correr ni levantarme ni ir al váter sólo. ¡Esto es un asco! Le dije a mi mamá que quería morirme pero... ¡No quiere! ¡No me deja!
— ¡Capitán Tormenta no puedes hacer eso! ¡Lo prometiste!— insistió Marionna tirandole frenéticamente de la manga.
— ¡Me da igual la promesa! ¡¿Lo entiendes, lo entiendes, lo entiendes... niña pinta-monigotes?! ¡Tus dibujos son una porquería! ¡Así que déjame en paz! ¡No voy a volver nunca más al parque a verte!
El niño acciono el control remoto de su silla y volvió sobre el camino de piedras. A lo lejos, en la verja, sus familiares le esperaban con expresión difusa.
— ¡No puedes hacer eso! ¡No puedes romper la promesa!— insistió Marionna persiguiéndolo.
— ¡Claro que puedo! Mira cómo lo hago...¡Rompo la promesa, niña idiota!
— ¡No! No puedes... porque la promesa no esta escrita en ningún sitio. Yo la tengo aquí guardada.— dijo ella señalando su pecho a través de la camiseta verde.
El niño volvio a mirarla por última vez aturdido y, en un ademán de insolencia, alzo la barbilla y continuo su recorrido decidido a dejarla atrás.
— ¡Las promesas están para eso, tonto!— grito ella desde lejos.— Para cuando uno no quiera cumplirlas, el otro obligarlas a cumplirlas. ¡Las promesas no se pueden romper porque uno siempre las recuerda, están en la mente, tonto, tonto, tonto, tonto, más que tonto...! ¡¡¡Yo voy a esperar a verte todos los días en el parque, Capitán Tormenta!!! ¡¡¡Lo juro!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Dios es fantástico! Hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí, por falta de tiempo, y lo que me encuentro es fabuloso... espero de verdad que sigas escribiendo, aunque veo que la fecha es muy reciente!!
ResponderEliminarDónde se puede leer más??
Ay, querida bixito luminoso. Entre estas magníficas historias y las palabras que me dedicas me tienes enamorá' perdia'.
ResponderEliminarTienes una facilidad increíble para escribir estas divertidas historietas con personajes pequeños y cariñosos. Marionna es un personaje muy pero que muy simpático y se le coge cariño en seguida. Y su última reflexión sobre para qué sirven las promesas me ha hecho pensar (como cada palabra que me escribes siempre).
Dando vueltas por comentarios antiguos tuyos, acabo de descubrir uno que decía que me quedara en blogger, que todos somos perfectos desconocidos juntos. ¿Porque siempre tienes razón? Me estoy dando cuenta de que poco a poco vas dejando de ser una perfecta desconocida a ser una perfecta no tan desconocida que me ayuda y aparece inesperadamente cuando más lo necesito. Me alegra ver el ritmo que van cogiendo las cosas. Gracias por no dejar que pare de escribir.
¡Un beso muy grande y hablamos cuando quieras!
*-* ¡Que lindo texto! Marionna sí que sabe lo que es una promesa, y yo confió en que el Capitán Tormenta terminará volviendo.*-* ¡Genial reflexión!
ResponderEliminarCreo que ahora me siento más culpable por no cumplir mis propias promesas. De esas que se hace una al levantarse y mirarse en el espejo, y que se van desdibujando a lo largo del día.
ResponderEliminarGracias por recordármelo, y por hacerme ver que realmente sí me siento más feliz escribiendo.
Eres mágica.