10 sept 2018

Cuatro

Se había desparramado por la cama
el espejo que todos llevamos dentro
un trozo roto de tempano
y entonces lo descubrió...
era la luna, en un reflejo.

Yo aún miro el cielo
¿Dónde esta mi planeta que no lo veo?
Saturno sempiterno,
ha comprometido su anillo en otros dedos.
Deja de llorar, pequeña...
Júpiter siempre será tu reino.

Júpiter es del trueno
igual que de tu mirada el sueño
la que clavas en la ventana
desde que escribes relatos en la madrugada.

No ha pasado nada, mi humana,
acurrucate si el mundo supone peso
Allí, en la ingravidez, todo es liviano
y sigue habiendo cuentos de príncipes y gatos negros.

La ciudad sigue tintineando en luces
sigue escribiendo, que yo te leo.
Y recuerdalo:
Júpiter hace diástole en tu cuerpo.

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